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Mantén en forma tus depósitos
El depósito comunitario es uno de los elementos más comunes y sencillos que se encuentran en las instalaciones interiores y, a la vez, es la parte más vulnerable, por lo que es trascendental cumplir con un mantenimiento mínimo, que debería contemplar al menos los siguientes aspectos:
- Inspección visual del agua. Periodicidad mensual.
- Comprobación del cierre de la tapa. Periodicidad mensual.
- Limpieza y desinfección. Periodicidad anual.
- Comprobación del funcionamiento de los elementos de cierre y aislamiento: válvula flotador y válvulas de aislamiento o desagüe. Periodicidad anual.
La responsabilidad del mantenimiento de los depósitos domiciliarios corresponde a los propietarios de los mismos, según establece el art. 11 aptdo. 4 del R.D. 140/2003, del 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.
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Consejos para un buen mantenimiento
- Los depósitos deben estar situados en lugares de fácil acceso para su limpieza y desinfección. Nunca enterrados ni formando parte de la estructura del inmueble, tampoco en terrazas donde les pueda dar directamente el sol. Se deben poder inspeccionar en todo su perímetro.
- Deben estar tapados con una cubierta impermeable que ajuste perfectamente (cierre no hermético) y que permita el acceso al interior.
- Para su construcción deben utilizarse materiales homologados por la Delegación de Industria para almacenamiento de agua para consumo humano.
- Deben estar en habitación separada de cualquier riesgo sanitario (cuarto de basuras, arquetas de saneamiento, etc.)
- Debe disponer de un desagüe de fondo en la parte más baja, nunca conectado directamente al saneamiento.
- Debe disponer de un rebosadero que permita la evacuación de eventuales reboses. El rebose deberá ser visible, sin conexión directa con la red de saneamiento.
- La circulación de agua en el depósito ha de ser continua, entrando por arriba y saliendo por abajo.
- El depósito ha de ser cerrado y las piezas y empalmes unidos a él han de estar también incomunicados entre sí.
- Para evitar la proliferación de bacterias, ha de limpiarse al menos una vez al año con una mezcla de hipoclorito sódico y agua y un cepillo de cerdas duras. También se puede utilizar agua a presión. Aterca recomienda a las comunidades de vecinos establecer un contrato de mantenimiento con una empresa especializada.
- Al realizar la limpieza, comprobar que no existen fisuras ni grietas, sellándose en caso de encontrarse, con productos de sellado que cumplan la legislación vigente.
- Además se deberán instalar las adecuadas medidas de protección y señalización de punto de almacenamiento de agua para el abastecimiento, con el fin de que no se contamine o empeore la calidad del agua almacenada.
Para mayor información al respecto, pueden consultar la legislación vigente.